Muchos de los lectores veteranos en esto de los cómics recordamos al guionista de J. M. DeMatteis, por mucho de sus trabajos en el mundo de los superhéroes. Es el caso de La Liga de la Justicia, al lado de guionista Keith Giffen y el dibujante Kevin Maguire; la historia protagonizada por Spiderman, en La última cacería de Kraven, junto Mike Zeck o Héroe al cuadrado, de nuevo con Keith Giffen. Recientemente Norma ha publicado su obra más personal: Brooklyn Dreams, que narra su paso de la niñez a la adolescencia.
Una autobiografía apasionante del autor, donde no deja títere sin cabeza, narrando el lado más oscuro de su familia. Un padre italiano católico malhumorado, Vincent, y una madre judía hipocondríaca, Esther, forman el triangulo de la historia, cuyo protagonista no es otro que el propio J.M DeMatteis, el álter ego Carl Vincent Santini. Criado y nacido en el barrio Neoyorkino de Brooklyn, en un vecindario de clase media, donde convivía con judíos, italianos e irlandeses, residiendo en los apartamentos Pilgrim Court. Muy pronto su vida se verá afectada por la llegada de un perro callejero, al que adopto como mascota, y que desgraciadamente tuvo que deshacerse rápidamente, causándole un gran disgusto; junto con diversos recuerdos (a través de flashbacks), de cuando era un niño de 6 años, y la policía le confundió con un traficante de drogas. Todo ello narrado en el transcurso de la adolescencia, a los 16 años , el último curso, y la presentación de su mejor amigo Shane; que le introduce el mundo de las drogas, con no pocos problemas para ambos y el consiguente mal estar de sus padres. Carl está peleado con el mundo, enfadado, no disfruta con nada, en el colegio es un estudiante mediocre que sobresale en la asignatura de inglés; en el amor, se siente atraído por Anne, pero no es correspondido en la forma que el quiere, debido a su difícil carácter. Su forma de vencer su rabia, es leer, y escribir un diario que le mantiene vivo en una sociedad en el que siente que no pertenece; una época muy complicada, en el que no sabe que hacer con su vida, siendo fuertemente influenciado por obras como el Siddartha de Herman Hesse, Los hermanos Karamazov, Crimen y castigo de Dostoievsky o Las puertas de la percepción de Aldous Huxley. Con un final en el que descubre su verdad, el verdadero camino inspirado en el amor.
DeMatteis (Brooklyn, Nueva York, 1953) nos narra de una forma muy especial su vida, a través de su misma persona, que hace de narrador de los hechos, en los que intercala algunos momentos en el que divaga y filosofea sobre la vida y la muerte y las relaciones personales; con una lucidez tremenda, siempre o casi, en un tomo desenfado, exorcizando sus miedos internos con una gran claridez. Para tal propósito cuenta con la ayuda de Glen Barr, un autor de reconocido prestigio de la escena underground americana, que realiza un soberbio trabajo, adaptándose al guión con una facilidad plástica inigualable, que pasa de la caricatura, al dibujo serio sin ningún problema. De él destacaría también, su capacidad para mostrar la esencia de los personajes con tan sólo unos trazos, combinado todo tipo de recursos gráficos.
Cabe añadir, que Brooklyn Dreams, está influenciada en cierta medida, por obras como Contrato con Dios o La avenida Dropsie del maestro Will Eisner, pero que no restan ni un ápice el intenso relato al que nos somete el amigo J. M. DeMatteis.
Para acabar, recomendaros ésta estupenda Novela Gráfica, que nos lleva por los años 60 y 70, por los terrenos más insospechados de un autor en estado de gracia, un genio del cómic, que aporta frescura en todos sus trabajos y no deja indiferente a nadie.
“Brooklyn Dreams”
Guión: J. M. DeMatteis
Dibujos: Glen Barr
Editorial: Norma Editorial
Edición original: Brooklyn Dreams 1 a 4, Paradox Press
Formato: cartoné, 392 páginas, 17 x 22,5 cm, b/n
Traducción: Sergio Colomino
PVP: 25 €
Valoración: **** ½
Una autobiografía apasionante del autor, donde no deja títere sin cabeza, narrando el lado más oscuro de su familia. Un padre italiano católico malhumorado, Vincent, y una madre judía hipocondríaca, Esther, forman el triangulo de la historia, cuyo protagonista no es otro que el propio J.M DeMatteis, el álter ego Carl Vincent Santini. Criado y nacido en el barrio Neoyorkino de Brooklyn, en un vecindario de clase media, donde convivía con judíos, italianos e irlandeses, residiendo en los apartamentos Pilgrim Court. Muy pronto su vida se verá afectada por la llegada de un perro callejero, al que adopto como mascota, y que desgraciadamente tuvo que deshacerse rápidamente, causándole un gran disgusto; junto con diversos recuerdos (a través de flashbacks), de cuando era un niño de 6 años, y la policía le confundió con un traficante de drogas. Todo ello narrado en el transcurso de la adolescencia, a los 16 años , el último curso, y la presentación de su mejor amigo Shane; que le introduce el mundo de las drogas, con no pocos problemas para ambos y el consiguente mal estar de sus padres. Carl está peleado con el mundo, enfadado, no disfruta con nada, en el colegio es un estudiante mediocre que sobresale en la asignatura de inglés; en el amor, se siente atraído por Anne, pero no es correspondido en la forma que el quiere, debido a su difícil carácter. Su forma de vencer su rabia, es leer, y escribir un diario que le mantiene vivo en una sociedad en el que siente que no pertenece; una época muy complicada, en el que no sabe que hacer con su vida, siendo fuertemente influenciado por obras como el Siddartha de Herman Hesse, Los hermanos Karamazov, Crimen y castigo de Dostoievsky o Las puertas de la percepción de Aldous Huxley. Con un final en el que descubre su verdad, el verdadero camino inspirado en el amor.
DeMatteis (Brooklyn, Nueva York, 1953) nos narra de una forma muy especial su vida, a través de su misma persona, que hace de narrador de los hechos, en los que intercala algunos momentos en el que divaga y filosofea sobre la vida y la muerte y las relaciones personales; con una lucidez tremenda, siempre o casi, en un tomo desenfado, exorcizando sus miedos internos con una gran claridez. Para tal propósito cuenta con la ayuda de Glen Barr, un autor de reconocido prestigio de la escena underground americana, que realiza un soberbio trabajo, adaptándose al guión con una facilidad plástica inigualable, que pasa de la caricatura, al dibujo serio sin ningún problema. De él destacaría también, su capacidad para mostrar la esencia de los personajes con tan sólo unos trazos, combinado todo tipo de recursos gráficos.
Cabe añadir, que Brooklyn Dreams, está influenciada en cierta medida, por obras como Contrato con Dios o La avenida Dropsie del maestro Will Eisner, pero que no restan ni un ápice el intenso relato al que nos somete el amigo J. M. DeMatteis.
Para acabar, recomendaros ésta estupenda Novela Gráfica, que nos lleva por los años 60 y 70, por los terrenos más insospechados de un autor en estado de gracia, un genio del cómic, que aporta frescura en todos sus trabajos y no deja indiferente a nadie.
“Brooklyn Dreams”
Guión: J. M. DeMatteis
Dibujos: Glen Barr
Editorial: Norma Editorial
Edición original: Brooklyn Dreams 1 a 4, Paradox Press
Formato: cartoné, 392 páginas, 17 x 22,5 cm, b/n
Traducción: Sergio Colomino
PVP: 25 €
Valoración: **** ½