domingo, 13 de noviembre de 2011

Lecturas: Cielos radiantes, de Jiro Taniguchi


Si en la anterior obra de Jiro Taniguchi en nuestro país, “Los años dulces”, me deslumbró por algunos de sus planteamientos bucólicos, su editorial aquí, Ponent Mon, ha editado en mi opinión personal sin duda una de las mejores obra del maestro nipón de los últimos años, estoy hablando de “Cielos radiantes”. Uno de sus trabajos más recientes, en las que los lectores seremos testigos de la reflexión que hace el autor sobre la muerte, y la posible reencarnación de las personas, en la figura de dos personajes totalmente opuestos. 


“Cielos radiantes”, narra la historia de un hombre de 42 años, Kazuhiro Kubota, a cuya mujer e hija, apenas puede atender familiarmente, debido a la gran carga de trabajo que tiene, y a las más de 12 horas diarias de extenuante labor profesional. En una noche calurosa de verano, en la entrega de un pedido, sufre un accidente con su furgoneta frontalmente contra una moto, al dormirse e invadir el carril contrario. El motorista es un joven de 17 años, Takuya Onodera (campeón de motocross), que es trasladado de urgencia al hospital en estado inconsciente, con fuertes traumatismos; el otro implicado muere a consecuencia de las heridas sufridas. Dos días después del accidente, Takuya, despierta, incapaz de recordar lo sucedido, bajo la atenta mirada de sus padres y hermana, debido a que la consciencia de Kazuhiro, está atrapada en el cuerpo de aquel muchacho; una segunda oportunidad de redimir los errores pasados con su familia. Poco a poco, descubre la realidad de lo que ha sucedido, con la ayuda de Okita, la novia de Takuya; no muy convencida al principio de lo que le cuenta, de quién dice ser, y en el cuerpo en que está atrapado. A medida que avanza la historia, la consciencia del joven y sus recuerdos surgen a borbotones, mientras se va restableciendo en su cuerpo; alternándose con la de Kazuhiro, en una dualidad mental difícil de digerir por ambas partes. Kazuhiro siente la necesidad de despedirse de su mujer e hija, marchando a su encuentro, ante la incredulidad de la esposa, no así como la de la niña, que siente de alguna forma que su padre se ha reencarnado en aquel muchacho. De esta manera, asistimos a una historia vibrante, que mantiene la emoción en todo momento hasta el final de su narración.

De Jiro Taniguchi (1947, Tottori), poco más se puede decir que es un genio. Todas su obras aportan algo al medio en mayor o menor medida, a un Noveno Arte en el que no abunda la excelencia. Un autor al que yo elevaría al mismo nivel que otros maestros internacionales, como son el caso de Will Eisner o Carlos Giménez. Sin duda “Cielos radiantes”, es una obra maestra, que emociona por sus planteamientos, su estilo, la narración pausada y sobre todo por como puede a conmover Taniguchi, ante su sensibilidad y capacidad, a la hora de afrontar la muerte de un ser querido o un animal de compañía. 

En cuanto Ponent Mon, comentar la correcta publicación de la obra, con un papel de menor menos gramaje al que nos tiene acostumbrado su editor.

Sinceramente, “Cielos radiantes” es una de las mejores obras de este 2011, muy poquitos títulos pueden llegar a la altura de este manga inolvidable, el cual recomiendo a todos los lectores ávidos de una gran historia.

“Cielos radiantes”

Guión y dibujos: Jiro Taniguchi
Editorial: Ponent Mon
Formato: cartoné, 304 paginas, 15 x 21 cm, b/n
Edición original: Hareyuku Sora, Shueisha
Traducción: Víctor Illera Kanaya
PVP: 20 €

Valoración: **** ½

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