Mientras escribo estas palabras, escucho el nuevo disco de Loquillo, dedicado al poeta madrileño y amigo Luis Alberto de Cuenca; quiero dar mí primera impresión de este trabajo de José María Sanz Beltrán: un álbum lleno de sensibilidad y extraordinariamente musicado, que se deja escuchar muy bien, con algunos temas realmente buenos como “Nuestra vecina”, “Cuando vivías en la Castellana”, “La malcasada” o el mismo “Su nombre era el de todas las mujeres”, que da título a este con conjunto de joyas, que el dúo Loquillo-Cuenca, han llevado a buen puerto, tras dos años de anunciar su colaboración Mi admiración por Loquillo viene de muy lejos, con aquella forma de cantar a finales de los ochenta, comienzos de los noventa, y su pasión por Torpedo 1936, del que me dijo: “yo soy el propio Torpedo”. Luis Alberto es otro de mis autores favoritos, un hombre que sigo desde aquellas letras para la mítica Orquesta Mondragón, del genial Javier Gurruchaga; además por su devota pasión por los tebeos, el Príncipe Valiente y la épica en las historias de aventuras.
Todo esto viene a colación de la sesión de firmas de ayer jueves en la Fnac de Callao. Momentos antes de la firma pude saludar a Loquillo y Luis Alberto y comprobar la talla de una leyenda como esta estrella del rock “español”, que sigue manteniendo un carisma, del que pocos pueden presumir. Sinceramente, un placer compartir unos minutos con el Loco, un tipo que se ha mantenido en sus convicciones, siendo honesto con su público a lo largo de todos estos años.
La sesión de firmas reunió a una gran cantidad de fans, desde la tercera planta de la tienda, hasta el forum de la entrada. Gente desde la más tierna infancia, pasando por jóvenes (algunos le trajeron una camisa de los Celtics para firmarla), maduritas, veteranos, y chavalas de buen ver, e incluso alguna abuela que se atrevió a decirle al propio Loco, lo guapo que era y lo bien que estaba al natural. Quiero destacar de ayer la profesionalidad de Loquillo y Luis Alberto de Cuenca, por atender a sus fans de esa forma tan generosa. Fue todo un placer acercame hasta allí, gracias amigos.
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