Cinco años hemos tenido que
esperar, para poder leer el nuevo trabajo de la israelí, Rutu Modan. Una autora
que rompió moldes con sus anteriores trabajos, “Metralla” (2006) y “Jamilti
y otras historias de Israel” (2008); y que en 2013 ha publicado quizá su
obra más importante y ambiciosa, “La propiedad”, de la mano Ediciones Sins entido. Un relato que nos sumerge en la perdida de un ser querido, y de cómo
la protagonista, Regina, tuvo que hacer un gran sacrificio,
huyendo de la Polonia ocupada por los nazis. Una historia de reencuentros, que nos
conduce por momentos llenos de emociones encontradas, romance, secretos, intriga
y pasión. Una novela gráfica que reúne todo lo bueno que le puedes pedir a
una lectura, con una sensibilidad y un toque realmente muy emotivo.
“La propiedad” comienza cuando Regina Segal (una anciana que reside en Israel), tras la muerte de su hijo, decide volver a Varsovia, acompañada de su nieta Mica, con un propósito: recuperar una propiedad, la casa de sus padres, que le fue arrebata durante la ocupación nazi, en el transcurso de la Segunda Guerra Mundial. Un asunto del que su nieta, no está segura si verdaderamente es lo que viene a reclamar su abuela, por como transcurren los acontecimientos. Mientras, Regina sigue confusa ante los recuerdos que le vienen a la cabeza, tras tantos años alejada de aquel lugar. En medio de la historia, Mica conocerá a un joven apuesto, Tomasz Novak, que le servirá como una especie de guía turístico por la ciudad, que además, es dibujante de cómics. Un muchacho que le servirá para apartar del camino de Mica, a Abraham Yagodnick: un conocido, que ha venido en el avión con ellos, que no hace más que meterse en su vida.
Regina por fin decide ver la casa
de su infancia, convertida ahora en un restaurante regentado por Roman Gorski y
su hija Agnieszka, la mejor cocinera de Varsovia. Las emociones y los recuerdos
se le vienen encima, olvidando su bolso, en una mesa, presa de la impresión que
le ha causado su estancia. Paralelamente, Mica consulta con un contable el
contenido de la carta de la propiedad recibida por su abuela. Los
acontecimientos desembocarán en un final inesperado, lleno de esperanza y amores
compartidos.
Una obra que Rutu Modan (Israel, 1966), ha dividido en siete actos (o días), donde cuenta una historia llena de magia, que ahonda en la situación que padecieron los judíos durante la ocupación nazi. Todo ello realizado con encanto, con situaciones muy bien hilvanadas, e historias que confluyen en un final memorable. Si a eso le añadimos un dibujo de línea clara preciosista, la combinación da como resultado, una brillante novela gráfica.
Mi “veredicto” final, sobre “La
propiedad”, creo que es el más justo, quizá sea la mejor obra de 2013 que haya
leído, reúne todo lo que un lector puede esperar de una trabajo del
Noveno Arte. Estamos ante una obra maestra, de las que salen de tanto en tanto.
“La propiedad”
Guión y dibujos: Rutu Modan
Editorial: Sins entido
Formato: 224 páginas, 17 x 24 cm,
color
Edición original: The Property, Drawn & Quarterly
Traducción: Eulália Sariola
PVP: 24 €
Valoración: **** ½