-Hijos de los 80
Aleix Saló
Debolsillo
Rústica, 96 páginas, 14 x 19 cm, color
EBOOK: 2,99 €
PVP: 8,95 €. Ya a la venta
Disponible también en catalán, a 7,95 €.
Aquellos que nacieron en los ochenta y que crecieron marcados por Naranjito, Bola de Dragón o el Equipo A, se desternillarán con este ingenioso libro de Aleix Saló que radiografía la situación de una generación con la mirada satírica e irónica que caracteriza al autor.
Hijos de los 80 es un retrato en clave de humor de la generación nacida en esa década, trazado con una perfecta combinación de creatividad e ironía. En medio de un contexto de transición, «o de Guatemala (burbuja) a Guatapeor (crisis»), como lo define el propio autor, nace el primer cómic de Aleix Saló, que sin pretensiones retrata la crisis de una generación más bien consentida que se encontró con una realidad poco esperanzadora. Una generación hija de la democracia, de la postmodernidad, de la crisis de valores y el estado del bienestar que se dio de bruces con la precariedad laboral, la crisis económica o el paro, por nombrar algunos.
El lector reconocerá en los personajes, situaciones y comportamientos que aparecen, pertenezca o no a esa generación: la reforma educativa, la cultura popular, el ocio, la emancipación o la entrada en el mundo laboral. En definitiva, todas aquellas cosas que hicieron que los ochenta fueran los ochenta.
Hijos de los 80 es el nacimiento del espíritu sátiro y crítico que caracteriza la obra de Aleix Saló. En el año 2011 el espíritu de recesión económica se endureció lo suficiente como para empujar a Saló a aumentar el tono crítico de su siguiente cómic, Españistán: Este país se va a la mierda, al que le seguirían Simiocracia y Europesadilla.
EL AUTOR SOBRE LA OBRA
"Perfilé la idea argumental del cómic durante los últimos meses de 2008, coincidiendo con la caída de Lehman Brothers y la activación de todas las alarmas mediáticas e institucionales avisando de una inminente crisis de proporciones épicas en todo Occidente. Decidí que mi aportación iba a ser un relato de aquel ambiente de pánico desde la óptica de los jóvenes, los que en aquel momento teníamos entre 20 y 30 años. Es decir, los nacidos en la década de los 80.
La percepción de la crisis para los jóvenes de entonces, sin embargo, no era la de una recesión económica que cerraba bruscamente una etapa de esplendor y bonanza. Nada más lejos. Los años de burbuja inmobiliaria habían representado un calvario de creciente precariedad laboral y recrudecimiento de las condiciones para emanciparse a una edad razonable: la edad con la que nuestros padres habían podido acceder a una vivienda en propiedad y a trabajos estables. Nuestro calendario para emanciparnos y ser autosuficientes se aplazaba indefinidamente y erosionaba nuestra autoestima mientras nos caían acusaciones de generación parásita y acomodada".
Aleix Saló
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