Los últimos años de Conan, está
plagados de buenas historias que Dark Horse ha puesto en el mercado. Entre
ellas, las de Conan Rey se lleva la palma con un equipo artístico de lujo: Timothy
Truman, Tomás Giorello, y José Villarrubia; sin duda unos autores que han
sabido dar lo mejor de sí, en obras como “La ciudadela escarlata”, “El fénix en
la espada” o la que llegará por estas latitudes en mayo, “La hora del dragón”.
Adaptaciones que intentan ser lo más fieles posibles a la obra de Robert E.
Howard, insuflándoles nueva vida, respecto a las anteriores versiones
realizadas para la revista The Savage Sword of Conan, de la anterior
licenciataria poseía sus derechos, Marvel Comics. Títulos que fueron publicadas por
Planeta De Agostini durante los años ochenta, en ediciones de La espada salvaje de Conan, Súper
Conan, o Conan Saga.
“El fénix en la espada” comienza
cuando el escriba de la orden de cronistas de Nemedia, Pramis, acude a la
corte, por encargo del consejero Publius, para seguir entrevistando a Conan,
como soberano de su pueblo. Una historia que relata las andanzas de Conan a pocos
meses de convertirse en rey: la de un explorador contratado por los aquilonios,
para ser su guía por las tierras salvajes de los pictos. A su regreso a
Aquilonia, el pueblo se había alzado contra su rey, Numedides, dando él mismo
muerte, consiguiendo su sueño, ser rey de aquellas tierras. Un hecho que no
tardó en tener sus detractores como Rinaldo y el conspirador llamado Ascalante,
además de una banda de traidores, que trabajan en la sombra para derrocar el
nuevo rey. Entre ellos, el hechicero Thoth-Amon, cuyo anillo de Set necesita
recuperar, para volver a ser el que era. Iniciando su búsqueda de
inmediato, y matando a su poseedor, para conseguir sus planes y regresar a Aquilonia.
Mientras, Conan tiene una visión en sueños de su destino, de la mano de
Epemitreus el sabio, de los peligros que le acechan, como el de una serpiente
en su casa, llegada de Estigia, un enemigo llamado Thoth-Amon. Su ayuda
consistirá en un Fénix inmortal grabado en su espada, con el que deberá
enfrentarse a los peligros acuciantes de su trono.
Timothy Truman, realiza en esta obra un guión medido, ajustando la historia de Howard (publicada originalmente en diciembre de 1932, en la revista Weird Tales), con gran talento, en el que todas las piezas encajan hasta el final de la lectura. Truman es un curtido autor, con trabajos como Scout, Hawkworld o Jonah Hex (Vertigo Visions) como dibujante; participando tambiñen en títulos de guionista como Turok o Star Wars, con un buen resultado. En la parte gráfica, tenemos a Tomás Giorello, un excelente dibujante, que se curtió en la serie regular de Conan, mejorando número, dando el do pecho, en cada una de las miniseries que firma actualmente. Cada vez me recuerda más, al poderío que John Buscema empleaba en Conan el bárbaro. Y para rematar, qué puedo decir del amigo José Villarrubia que no se haya dicho ya: la sensibilidad con la que el español afincado en Estados Unidos, que pone en cada uno de sus encargos, no hace más que mejorar de forma brillante cada uno de los cómics en los que participa.
La edición se completa con una
galería de cubiertas, de Andrew Robinson (El quinto Beatle), y Gerald Parel;
además de los lápices de varias páginas de Giorello en estado puro.. Completa la edición, un
epílogo del escritor Mark Finn (experto en REH), donde nos habla del creador de Conan y sus diferentes
relatos, y la labor de Truman y Giorello.
La miniserie de “El fénix en la
espada”, es sin duda una buena historia, para cualquier lector que se acerque ávido
de nuevas aventuras del universo de Conan.
“Conan Rey: El fénix en la
espada”
Guión: Timothy Truman
Dibujos: Tomás Giorello
Color: José Villarrubia
Editorial: Planeta DeAgostini
Formato: 120 páginas, 16,8 x 25,7
cm
Edición original: Conan
Phoenix in the sword 1a 4, Dark Horse
Traducción: V. M. García
PVP: 14,95 €
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