Todos aquellos
que nos gusta el género pulp, recordamos aquellas míticas historias que
Ediciones Vértice, publicó allá por 1975: las andanzas de “Doc Savage: El
Hombre de Bronce”. Historias basadas en el personaje creado Lester Dent en el
año 1933, bajo el seudónimo de Kenneth Robeson; que Marvel Comics adaptará para
un magazine en blanco y negro. Un revista que contó con excelentes autores como
John Buscema o Tony DeZúñiga, amén de los increíbles portadistas como
Roger Kastel (autor de carteles para Tiburón o El imperio contraataca) o Ken
Barr. Historias guionizadas por un
escritor de talento, Doug Moench (que saltaría al estrellato con Master of
Kung-fu, junto con Paul Gulacy), desarrollando unas interesantes tramas, en
la corta vida de la revista.
Ahora gracias a ECC Ediciones, tenemos la oportunidad de leer de nuevo
estas historias en ¡Muerte en el corazón
del Paraíso!, cuya segunda entrega, Doc Savage: ¡Los destructores de la
Tierra!, llegará en enero 2013.
Este tomo reúne las cuatro primeras entregas del magazine, en la que se
presenta al protagonista: Doc Savage, de inteligencia y físico superior,
rodeado de sus cinco ayudantes: Monk, teniente coronel Andrew Blodgett Maifair,
experto en química; Ham, general de brigada Theodore Marley Brooks, abogado y
mago legal; Renny, coronel John Renwick, ingeniero brillante; Long Tom, mayor
Thomas J. Roberts, genio de la electricidad; y Johnny, William Harper Little
John), experto geólogo y arqueólogo. Juntos deberán enfrentarse a las amenazas
que acechan a la ciudad de Nueva York; como en el caso de la destrucción de
algunos rascacielos de la metrópoli, gracias a una nube misteriosa. Cuya resolución, pasará por la entrega de una carta
de Angélica Tremaine, en el que dice estar en peligro su hermano Winston. Su
misión, será salvarle y resolver la destrucción de la ciudad, en la que se verá
implicado un inesperado zepelín.
Ya en la segunda
historia, Doc Savage y compañía se verán envueltos en la aventura de recuperar
un barco español hundido en el mar, cargado de oro, al norte de Canadá; gracias
al aviso de Sandy Taine, una joven que perdió a su padre en una expedición,
hace unos cinco años, junto a otro compañero, de los ocho personas que
participaron en aquella misión. Los supervivientes de aquello, están
desapareciendo misteriosamente. Es ahí cuando Savage, entrará en acción, con no
pocas sorpresas en el camino.
En la tercera
entrega, deberán enfrentarse al robo de unos diamantes, entre ellos uno de gran
valor, el Stavros, gracias a unos animales metálicos. Unos robots, que tomarán
por la fuerza estas preciosas joyas, poniéndoles en jaque, en su enfrentamiento
contra Inferno. La entrega la complementa, una historia con Monk como
protagonista absoluto, y su cerdo, Habeas Corpus. En una aventura donde deberá
ayudar a la señorita Curtis y su hermano, en una trama donde se planea que el
alcohol se convierta en agua, para desgracia de alguno.
Y finalmente, la
cuarta entrega, nos traslada a la 1936, a Casablanca, donde el Doctor Clark
Savage, previamente avisado del peligro de un amigo, había acudido a una
fiesta, invitado por Monsieur Hulot.
Misterio, muerte, un tesoro y un barco fantasma hará el resto de esta apasionante historia.
Para situar este
título publicado, hay ser consciente del momento en que fueron realizadas. Hoy
día, mantienen un buen nivel de lectura, con un trabajo tanto gráficamente, como en el apartado del guión, bastante aceptable; que proporcionarán al lector unas horas de distracción a
raudales.
En definitiva,
en Doc Savage: ¡Muerte en el corazón del Paraíso!, descubriréis una
parte del buen cómic americano (basado en el pulp de los años treinta), que se hizo en los años sesenta. Vaya desde aquí mi
recomendación.
Doc Savage: ¡Muerte en el corazón del Paraíso!
Guión:
Doug Moench
Dibujos:
John Buscema, Tony DeZúñiga
Marie Severin, Rico Rival
Editorial:
ECC Ediciones
Formato: rústica, 240 páginas, 16,8 x 25,7 cm, b/n
PVP: 16 €
PVP: 16 €
Valoración: *** ½
2 comentarios:
Buena entrada y muy buena recomendación para los nostálgicos como yo.
Gracias amigo, anónimo. También podéis firmar vuestro comentarios, aunque no estéis registrados en blogger. Un saludo.
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