Carlos Trillo con una carrera como guionista, con más de cuarenta y cinco años a sus espaldas, nos presenta una impactante relato sobre la injusticia y atrocidades cometidas durante la dictadura Argentina como telón de fondo, en la figura de un Elvio Guastavino. Un personaje atormentado, lleno malditas convicciones, fruto de las atrocidades cometidas por su padre el capitán Aáron Guastavino, ascendido a coronel tras su muerte.
Elvio es un hombre mediocre, solitario, que vive con la ilusión de comprar una muñeca de porcelana carísima del siglo XIX (originaria de Praga), a la que llama Luisita; cuyo dueño es un judío, un anticuario que exhibe en su escaparate, ante los anhelos de un Elvio enamorado, no puede dejar de adorarla cada vez que pasa por el lugar donde se encuentra. Viviendo en un mundo imaginario, en el que dialoga con ella, diciéndole lo abandonada que la tiene, confundiendo realidad, ficción y locura. Para ello no tiene reparos en ahorrar el máximo dinero posible, aunque ello conlleve matar de hambre a su anciana madre hasta límites insospechados, en pos de conseguir su mayor objetivo en la vida
Su día a día, transcurre de forma anodina como trabajador del ministerio, no deja de pensar a cada momento en la dichosa muñeca, algo que le llevará a la desgracia personal y moral, cuando comprueba que la muñeca de sus sueños ha sido vendida a una niña; a la que tratará de convencer para que se la cambie, camelándose primero a su madre. En medio de todo, nos queda un tercer personaje femenino, que quiere vengarse del atroz vejamiento sufrido por el padre de Elvio en tiempos de la dictadura. Un régimen militar que ponía como pretexto la defensa de los ideales de la patria y la religión, para cometer los más terribles crímenes contra sus compatriotas, en un país donde la represión estaba al borde de la calle.
Carlos Trillo (Buenos Aires, 1943), habitual de dibujantes como Eduardo Risso, Horacio Altuna o Jordi Bernet, vuelve con una gran obra, en la que combina flashbacks, para explicar las torturas que el coronel Guastavino ensayaba primero con muñecas, para luego ponerlas en práctica con sus víctimas, abusando de ellas sexualmente; para pasar a la actualidad, y la perdida de juicio de su hijo Elvio, en un viaje por la mente de un psicópata. De esta manera Trillo quiere denunciar lo sucedido durante ese periodo triste de la historia de Argentina, en el que se ha inspirado, para contarnos una duro relato, brillante y conmovedor. Como compañero de viaje, tiene a Lucas Varela, un excelente autor que refleja perfectamente la crueldad del ser humano, con unos dibujos detallistas y caricaturescos, en una fábula repulsiva, que uno lee consternado al pasar cada página.
“La herencia del Coronel”, se convierte en una de las grandes obras de Carlos Trillo, que a buen seguro, va a perdurar el subconsciente de muchos lectores ante la los hechos mostrados. Una lectura imprescindible, que no debes dejar pasar.
“La herencia del Coronel”
Guión: Carlos Trillo
Dibujos: Lucas Varela
Editorial: Dibbuks
Edición original: L' Héritage du colonel, Delcourt
Traducción: Carles Miralles
Formato: cartoné, 104 páginas, 17 x 24 cm, color
PVP: 16 €
Valoración: **** ½
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