Tres años de trabajo han hecho falta para ver la luz, el nuevo álbum del mejor guionista en su oficio, de estos treinta últimos años: Enrique Sánchez Abulí. Un profesional que con la publicación de “La nieve y el barro”, firma uno de sus mejores obras, y el guión más largo de toda su carrera. A su lado, el argentino Osvaldo Walter Viola, más conocido como Oswal, plasma con suma elegancia y un trazo fuerte, su obra más personal e intransferible. Juntos nos devuelven, a lo que se suponen, las miserias más humanas, o los instintos más bajos en el que puede caer una persona; sólo que trasladado a una historia que transcurre en Francia, a finales del siglo XIV, durante la Guerra de los Cien Años.
Una historia que comienza cuando dos bribones que actúan como soldados, L’Antoine, y L’Arnaud conducen a Bruno, el herrero, hacia la muerte; acusado de un crimen no cometido. Justo en el momento que es salvado de su fatal destino, gracias al requerimiento del vizconde, Sieur Ricart, para que abra el cinturón de castidad de la esposa del Conde René de Dubois. Un noble que regresa en ese instante al hogar, acompañado de un Obispo, su sirviente, Petit Ferré, y un loro muy parlanchín. Al igual que regresa de mil batallas, un caballero inglés llamado Jerome Whitewash (que dice haber luchado al servicio rey inglés Ricardo II), en busca de su amada Madeleine, a la que confunde en un cañaveral, con su bella hija Aube. Siendo partícipe de la locura y tragedia que se tercia a continuación, decidiendo acabar con su vida de todas las formas posibles, sin éxito alguno.
Mientras, el Conde René de Dubois, junto al Obispo, serán fruto del asalto de unos mercenarios, los llamados Routiers (soldados sin amo), que les pondrán contras las cuerdas. El propio prelado, tendrá que confesarlos, y escuchar las barbaridades cometidas. Pero hay alguien más en ese bosque, una niña salvaje, Pan, que está atenta a todo lo que sucede en aquel lugar dejado de la mano de Dios. Todos ellos, forman una obra en el que la historia de los protagonistas se va entrelazando, para contar la cruda realidad de una época, en la que la propia vida carece de valor alguno. En un final épico y sorprendente.
Sánchez Abulí (1945, Palau-del-Vidre, Francia), crea en “La nieve y el barro”, uno de los mejores frescos de lo que es la misma vida; con sus habituales juegos de palabras, retorciendo el lenguaje de forma brillante. Unos diálogos cargados de ironía, divertidos, y de sexualidad, con el nos muestra el verdadero alma de los personajes. Si a eso le añadimos un toque de violencia, y una dosis de erotismo, obtenemos una historia que desentraña nuestras motivaciones más vitales. A su lado, tenemos al gran maestro de la historieta argentina, Oswal (1933, Buenos Aires, Argentina), que con un grafismo tan personal, es capaz de meternos de lleno en la historia; gracias a su facilidad para la expresividad de los rostros y los movimientos de los personajes. Quisiera destacar también la impactante cubierta que el autor ha realizado para esta edición: una maravilla.
En cuanto a la edición, quisiera felicitar a Panini, por todo el cariño que ha puesto en la obra del tándem Abuli/Oswal, con un bonito prólogo de José Luis Córdoba, y un epílogo de Hernán Migoya, en el que dice verdades como puños. A lo que hay que añadir las tebeografías de los autores a cargo de Toni Guiral, donde resume con gran acierto sus trayectorias.
Sin lugar a dudas, “La nieve y el barro”, es un gran tebeo, una nueva genialidad de Enrique Torpedo Abulí. Un guionista al que todavía le queda mucho por decir en esto del Noveno Arte, y que a buen seguro, volverá a golpearnos en lo más profundo de nuestras mentes. ¡No se la pierdan!
“La nieve y el barro”
Guión: Enrique Sánchez Abulí
Dibujos: Oswal
Color: Oswal, Luengo
Color: Oswal, Luengo
Editorial: Panini Comics
Formato: cartoné, 144 páginas, 21,4 x 29,1 cm
PVP: 19,95 €
Valoración: ****
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