Impresiones de El Hombre de Acero

Las expectavivas eran muy altas sobre El Hombre de Acero, buenos guionistas, un director competente, y una producción de altura. Una vez comenzada la película, el nuevo rumbo mesiánico del personaje, su huida del resto de la humanidad, y la demostración de valores de Clark Kent (Henry Cavill), todo hacía presagiar una película magnífica. Y así lo demuestra la primera hora y media del film, hasta que el combate final entre Zod (Michael Shannon), se enzarzan en una destrucción masiva de la ciudad de Metropolis, que recuerda en el algunos pasajes a los sucesos del 11S. Por un momento pensé, si era necesario tanta explosión, bomba y tanto derroche visual, ¿qué hará falta mostrar al personal para una segunda entrega? No me lo quiero ni imaginar. Me fui si ver los créditos finales, con lo que no sé si habría alguna pista sobre una próxima filmación de El Hombre de Acero. Aunque deduzco, que muy pronto anunciarán un segundo rodaje.

En cuanto a los actores, Henry Cavill, me pareció muy conseguida su actuación, aunque a veces tenía cara de preocupación reflejada en su rostro, que me alejaba de lo que es mi ideal de Superman. Kevin Costner, me pareció esplendido, incluso había alguna escena que me recordaba a Un mundo perfecto, de Clint Eastwood; y Russel Crowe, es un actorazo, capaz de elevar su registro a poco que se lo proponga. En cuanto a la parte femenina, una correcta Amy Adams, que parecía estar siempre en el momento oportuno, y una Diane Lane en su papel de madre del héroe, bastante bueno.

 

En el apartado técnico, la cinta es espectacular, tanto por el vuelo de Superman, como en el inicio donde se muestra el planeta Krypton. Y sobre la banda sonora, realmente eché de menos a John Williams (al menos podían haber puesto el tema principal al final).

En definiva, El Hombre de Acero, es un film que podía haber estado mejor, que se deja ver, pero que apabulla al final y aburre ante tanto derroche pirotécnico.