martes, 27 de noviembre de 2012

Lecturas: Ardalén, de Miguelanxo Prado


Cada nuevo trabajo de Miguelanxo Prado (La Coruña, 1958), siempre crea una importante expectación entre todos los aficionados. Había ganas de leer algo nuevo de este autor, tras su última obra publicada por Norma en 2007, con  De Profundis. Tres años ha hecho falta para ver el arduo trabajo de este creador de historias, para ver  en este mes de noviembre su proyecto más extenso; de alguna forma hemos visto recompensados la espera, con una obra del calibre de "Ardalén". Una historia que reúne lo mejor de la imaginación y talento de Prado, en una novela gráfica que no va a dejar indiferente a ningún lector.

"Ardalén", narra la historia de Sabela, una mujer que ha sobrepasado los cuarenta años, recientemente divorciada, desencantada de la vida y sin trabajo. Su vida transcurre de alguna forma anodinamente, hasta que decide marchar a una aldea, en busca de información sobre su abuelo Francisco Lamas. Al entrar a una taberna a tomar un café con leche, pregunta a los lugareños del lugar. Estos le hablan de un hombre llamado Fidel “el naufrago”, que quizá la ponga sobre la pista de su abuelo. Sabela, necesita saber que ocurrió con su abuelo cuando viajo a finales de los años treinta a América, en busca de fortuna; puede que pasara por Cuba. Desgraciadamente, no la tomarán en serio, a excepción de Celia, la camarera; una mujer sensible, que la entiende y que la dará cobijo, alquilando una habitación, tras la recomendación de Tomás, el cacique del grupo, para que pregunte por aquel hombre alejado de la realidad y del pueblo.

De esta manera, al día siguiente, Sabela visita a Fidel: un hombre mayor, que vive en su mundo, donde puede ver y hablar en ensueños, con parte de su pasado imaginario. No recuerda nada del abuelo de Sabela, él era muy joven, y paso por muchos barcos mercantes, frustrando así, las pretensiones de la mujer por el momento. Fidel le pide tiempo para recordar, mientras ella lejos de perder la esperanza, regresa a su casa una vez más, para ver si el hombre le puede aportar alguna pista. Mientras, ella contempla un hogar lleno de recuerdos del mar, adornos y un sin fin de historias de su vida: la de tres naufragios, y la gran amistad que  tenía con Ramón (su mejor amigo), cuya pérdida tuvo lugar en un naufragio.


Sabela continúa con su propósito, preguntando a Celia, por la emigración sufrida en aquel lugar a América, mientras que Fidel al abrigo del Ardalén (el viento ábrego que sopla desde el mar, hacia la tierra procedente del suroeste), imagina a las ballenas volar por el prado, que tan plácidamente lo atraviesan. Muy pronto los rencores e intereses surgirán en la figura de Tomás, no está dispuesto a que la mujer pueda obtener cualquier beneficio económico de Fidel. Entrometiéndose todo lo posible y por haber, haciendo juicios de valores falsos sobre ellos, y malmetiendo a la gente del pueblo; con algún que otro momento de tensión, por la aparición de Fidel por la taberna, y el posterior enfrentamiento con Tomás: un tipo de lo más ruin. La cosa irá increscendo, alternados con flashbacks de Fidel, alguna que otra aparición de Ramón, la amante cubana Rosalía o el hada Xana; y la vida del abuelo de Sabela, Francisco Lamas.  

De alguna manera, Prado da vida a una obra que lo tiene todo, con temas a los que vuelve una y otra vez a lo largo de su dilatada carrera artística. Temas como el mar, la relación entre las personas, el estilo de vida o la naturaleza; para entrelazarlos con la añoranza por un ser perdido, los recuerdos de la infancia, la envidia y el rencor, así como la emigración. Fruto de ello, obtenemos su obra más enigmática, más poética, que nos transporta a un mundo donde la realidad, la fantasía y los sueños se confunden. Al terminar la lectura de "Ardalén", acabaremos con una bonita sonrisa, compartida con los protagonistas de la obra.


Gráficamente, somos testigos de la pasión por el Noveno Arte, de un Prado en estado de gracia; con un trabajo que encandila al lector nada más abrir la primera página. En cuanto a la edición, el autor acompaña una serie de documentos relacionados con la historia (pasaje, pagaré, etc.), muy bien recreados, que complementan la historia de Sabela, Fidel y Francisco. Es digno de mencionar la estupenda edición de Norma de esta novela gráfica, que incluye un marcapáginas de tela, a modo de guía, para una lectura más cómoda.

Sinceramente, "Ardalén" me ha parecido uno de los grandes trabajos de Prado, que será recordado por mucho tiempo por los lectores. ¡No se la pierdan!

“Ardalén”
Guión, dibujos y color: Miguelanxo Prado
Colección: Miguelanxo Prado nº 15
Editorial: Norma Editorial
Formato: cartoné, 256 páginas, 19 x 26 cm
PVP: 25 

Valoración: ****

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