miércoles, 28 de octubre de 2009

El aniversario de Astérix y Obélix. El libro de Oro. Novedad Salvat octubre

Mañana jueves 29 de octubre se cumple el 50 aniversario de la creación de los míticos Astérix y Obélix, por René Goscinny y Albert Uderzo. Unos personajes cuya primera aparición tuvo lugar en en elprimer número de la revista francesa Pilote. Por ese motivo, Salvat, pone a la venta el álbum nº 34 de la serie: El aniversario de Astérix y Obélix. El libro de Oro.

ASTÉRIX CUMPLE 50 AÑOS

Se trata de un original y emotivo álbum que destaca sobre todo por su magnífico trabajo gráfico y por un texto inédito de Goscinny (que aparece en las páginas 18 a 23). El propio Astérix comienza el álbum con una bonita carta y Anne Goscinny, hija del mítico autor, agradece a Uderzo en una conmovedora misiva al final del álbum “que no haya dejado morir a los personajes” haciendo que su padre “siga vivo a través de estas páginas”.



-El aniversario de Astérix y Obélix. El libro de oro
René Goscinny, Albert Uderzo
Salvat
Cartoné 23 × 30 cms, 52 páginas,
PVP: 12 €. Ya a la venta

Aunque los héroes no envejecen nunca, les gusta conservar el privilegio de que sus familiares y amigos los feliciten por su cumpleaños. Y cuando se trata de Astérix y Obélix, nacidos el mismo día, tal y como está escrito en el álbum Astérix y lo nunca visto, todo el Mundo Conocido participa de la celebración. A través de historias cortas los principales personajes de la serie van planteando todo tipo de regalos para ofrecer a los homenajeados: por ejemplo una guía de viajes, un museo en el que se recrean las más famosas obras de arte de la historia con Astérix y Obélix como protagonistas, o una colección de discos míticos… Al final, los principales amigos de Astérix se reúnen para entregarle un regalo con el que celebrar tan señalada fecha y el regalo será una gran fiesta.

CARTA DE ANNE GOSCINNY incluida en el libro

En tu voz, Astérix, resuena el timbre de la mía. Por mis venas, corre tu tinta, por las tuyas, corre mi sangre. Y nuestras voces unidas evocan hoy una vida, la tuya. Tu has nacido de la amistad que unía a mi padre y a Albert Uderzo. Una amistad perfecta en la que uno es lo que no es el otro. ¡Y a la inversa! Fruto de esa amistad nacieron a su vez una aldea y sus habitantes, algunas decenas de jabalíes, un Julio César y sus legiones a veces desilusionadas por una improbable resistencia. Nacieron sobre todo muchas sonrisas y otras tantas carcajadas. También nacieron algunas vocaciones. Gracias a esa amistad han muerto muchas reticencias a la lectura.

Pero tenemos una deuda en común, Astérix. Uno de tus creadores se murió una mañana de 1977. Mi padre. Tu habrías podido apagarte. Apagarte sin borrarte de la memoria de tus lectores. Pero te habrías quedado allí. Un poco como yo me habría quedado allí, paralizado en los nueve años. Sí, pero no estábamos solos. A ti te quedaba un creador y a mí me quedaba la esperanza de que él te hiciera vivir. Que continuases contra viento y marea a pesar del dolor y la pena que nos producía la desaparición de un genio. Como una palabra de niño lanzada al aire en una canción infantil, huérfana muy joven, rogué: “Si Astérix sobrevive, entonces juro que me convenceré de que la muerte es una broma pesada, pero al fin y al cabo, una broma.

Que la imaginación permite lo que la realidad prohíbe”. Y tú has vivido. Yo también. Gracias a la voluntad de este Orfeo que ha rechazado lo que el destino le había impuesto. Pero tú, Astérix, más listo que el personaje mitológico, no te has vuelto. Has mirado hacia delante. Y delante estaba la vida. Habías comprendido lo esencial, que la historia debía continuar.

Un aniversario es la promesa que uno se hace a sí mismo de que se hará honor a ese año que se presenta. Un aniversario es un juramento que se ofrece a los que uno ama para confirmarles lo que ya saben y a veces fingen ignorar: la importancia que tiene en nuestra vida. Un aniversario es, en definitiva, el balance que se impone de las cuatro estaciones transcurridas. Desde la nieve a los primeros brotes, ¿he sido digna de ti, de vosotros? Así que, Astérix, permíteme en nombre de este padre que nos ha dado forma a ambos estar segura de que gracias al talento de Albert, tú sabrás mostrarte digno de estas bodas de oro, que con este libro del que eres el centro y el camino de ronda, les dirás a tus lectores que su fidelidad está a la altura de tu constancia, y que, en fin, si hubiera que resumir con una palabra las estaciones pasadas, yo hablaría simplemente de futuro.

ANNE GOSCINNY

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