La trayectoria de Daniel Torres viene precedida de personajes de la talla de Roco Vargas o Tom el dinosaurio, para los lectores más jóvenes de la casa. Con un estilo ágil, se formo en la escuela de la línea clara, en aquellos años de la publicación de la revista Cairo de 1982 (dirigida por Joan Navarro por esas fechas), en la que desarrollo su primer gran éxito, Opium; para publicar un año más tarde, 1983, la primera historia del aventurero espacial Roco Vargas: Tritón. Un autor procedente de la llamada “nueva escuela valenciana”, que se consagro entre los aficionados, con un personaje en parte influenciado, por los pulps de los años 30, y una narrativa elegante, que alcanzo en “La estrella lejana”, una de sus cotas más altas.
Ahora en pleno año 2009, Torres cambia de rumbo y registro, presentándonos su primera novela gráfica, distanciándose de temáticas conocidas en su carrera, en un hallazgo narrativo gráfico singular, en el que simplifica los dibujos de una forma asombrosa, en función de la historia que quiere contar. Una obra que tiene como protagonista a Ramón Sánchez, un hombre de mediana edad, al que acaban reubicar en su trabajo, sumergiéndose en una mar de confusiones, planteándose ¿qué es la vida? ¿Qué ha hecho con la suya? Mientras ve el día pasar en un acuario del parque sólo, se imagina hablar con su padre, una mula o al mismísimo Robert Mitchum; haciendo gala el autor de sus referencias cinematográficas. Un lugar en el que Ramón sufre un pinzamiento lumbar, teniendo que ser ingresado en el hospital, y avisando a su mujer Marga, que no tenía conocimiento del suceso; iniciándose un proceso posterior de recuperación física y emocional, además de la personal, en la que su relación con su mujer e hijos, está distanciada por el puro desgaste de los años; con los que mantiene sus más y sus menos, tiras y aflojas. Nuestro protagonista encontrará en ese estanque de burbujas y peces, su único refugio y alivio en toda su confusión, en el que volvera a imaginar parte se su infancia con su tío el carpintero. Las discusiones con su mujer van en aumento, llegando a unos momentos de incomprensión total, ella piensa que tiene una aventura, al descubrir que no va la piscina a recuperarse; donde realmente va a Ramón es al acuario a reflexionar sobre su vida.
Ahora en pleno año 2009, Torres cambia de rumbo y registro, presentándonos su primera novela gráfica, distanciándose de temáticas conocidas en su carrera, en un hallazgo narrativo gráfico singular, en el que simplifica los dibujos de una forma asombrosa, en función de la historia que quiere contar. Una obra que tiene como protagonista a Ramón Sánchez, un hombre de mediana edad, al que acaban reubicar en su trabajo, sumergiéndose en una mar de confusiones, planteándose ¿qué es la vida? ¿Qué ha hecho con la suya? Mientras ve el día pasar en un acuario del parque sólo, se imagina hablar con su padre, una mula o al mismísimo Robert Mitchum; haciendo gala el autor de sus referencias cinematográficas. Un lugar en el que Ramón sufre un pinzamiento lumbar, teniendo que ser ingresado en el hospital, y avisando a su mujer Marga, que no tenía conocimiento del suceso; iniciándose un proceso posterior de recuperación física y emocional, además de la personal, en la que su relación con su mujer e hijos, está distanciada por el puro desgaste de los años; con los que mantiene sus más y sus menos, tiras y aflojas. Nuestro protagonista encontrará en ese estanque de burbujas y peces, su único refugio y alivio en toda su confusión, en el que volvera a imaginar parte se su infancia con su tío el carpintero. Las discusiones con su mujer van en aumento, llegando a unos momentos de incomprensión total, ella piensa que tiene una aventura, al descubrir que no va la piscina a recuperarse; donde realmente va a Ramón es al acuario a reflexionar sobre su vida.
Daniel Torres (1958, Teresa de Cofrentes, Valencia), firma en Burbujas una magnífica obra, donde nos habla de la vida misma, cualquiera podría ser Ramón Sánchez; en un viaje al interior de la persona, lleno de momentos reveladores, filosóficos, tan reales, que se pueden palpar. Torres se permite hacer gala de sus gustos cinematográficos, introduciendo a los clásicos del cine del Oeste, como John Wayne, de nuevo a Robert Mitchum, Centauros del desierto de John Ford; los Beatles, Piolín y Silvestre, Ballo de El libro de la selva, y algunos personajes más en función de los recuerdos del protagonista.
En definitiva tenemos uno de las mejores historias del año, conmovedora, divertida, melancólica; en una reflexión inteligente hacia donde va ésta sociedad y las personas que la componemos. Realmente me ha sorprendido esta novela gráfica y desde aquí animo al autor que siga en ésta línea.
“Burbujas”
Guión y dibujos: Daniel Torres
Colección: Nómadas nº 15
Editorial: Norma Editorial
Formato: cartoné 17 x 24 cms.
280 Páginas, a 1 tinta sobre papel salmón
PVP: 24 €
Valoración: **** ½
En definitiva tenemos uno de las mejores historias del año, conmovedora, divertida, melancólica; en una reflexión inteligente hacia donde va ésta sociedad y las personas que la componemos. Realmente me ha sorprendido esta novela gráfica y desde aquí animo al autor que siga en ésta línea.
“Burbujas”
Guión y dibujos: Daniel Torres
Colección: Nómadas nº 15
Editorial: Norma Editorial
Formato: cartoné 17 x 24 cms.
280 Páginas, a 1 tinta sobre papel salmón
PVP: 24 €
Valoración: **** ½
-Aquí tenéis una web muy completa de Burbujas
-Y aquí una muestra de las primeras páginas
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